miércoles, 30 de marzo de 2011

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Seguro que te ha pasado que estando en tu casa tranquilo, haciendo la compra, o en mitad de una de esas ocasiones en las que no se puede interrumpir la cosa, un sonido estridente rompe tu tranquilidad, tu concentración o el simple encanto del momento.

Un numero corto en la pantalla del móvil nos indica que es el servicio de atención telefónica de nuestro operador de telefonía. Debe ser que como les salen baratas las llamadas, y nos echan de menos, nos llaman para saber como estamos, se preocupan.

Se preocupan de que sepamos todos los servicios que no tenemos contratados, y que hará que nuestra ya salada factura de telefonía sea aún más sabrosa.

¿Cómo puedo vivir sin dos líneas? ¿Cómo puedo vivir sin banda extra ancha? ¿Y sin la anchísima?

Yo, desde aquí, les agradezco su preocupación, pero les voy a aconsejar algo: ¡Contrátenme!

Por un módico precio, les voy a hacer una consultoría de sus procesos de atención al cliente, para que no acaben hasta las mismísimas gónadas por recibir ocho llamadas en cuarenta y ocho horas (juro que es real).

Además les regalo una consultoría sobre las necesidades de sus sistemas de información para la gestión de clientes (CRM) que parece ser han comprado de baratillo, y no es capaz de registrar que ya me han llamado, y que NO QUIERO SUS NUEVOS PRODUCTOS.

La próxima vez que me llamen les tendré la propuesta preparada.

Sed felices

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