domingo, 26 de julio de 2009

Pérdidas de tiempo (y dinero)

Hasta hace unos segundos estaba perdiendo el tiempo viendo un bodrio de película protagonizada por el que se hace llamar actor Matthew McConaughey. No he podido verla entera, y ha conseguido desalojar de la cima de malos actores a Nicolas Cage.

Conste, que no es fácil vencer a Nicolas Cage como mal actor. Son muchas las películas que he visto suyas, aunque no he pagado nunca por ir a verle al cine. No puedo gastar dinero en las películas que estropea, no. Pero lo de M.McD. es aún peor.

Parece un individuo que padece el síndrome de Peter Pan, y que por lo tanto no actúa, sino que perpetra sus películas. ¿Qué merito hay en ello?

Lo dicho, que no voy a perder más tiempo, y desde luego dinero con él.

lunes, 20 de julio de 2009

Hoy es 21 de julio

Hoy, hace cuarenta años, el módulo Eagle aterrizaba en el Mar de la Tranquilidad, mientras el módulo Columbia orbitaba alrededor de la Luna. Esto es algo sólo comparable a la gesta de Cristóbal Colón cuando llegó a las costas de América.

Hoy tengo una sensación rara. Un deseo encontrado de haber querido formar parte de aquel proyecto, pero a la vez darme cuenta de haber formado parte de un cambio social provocado por el desarrollo de la informática y su puesta a servicio de la sociedad.

El ordenador que formaba parte del módulo Eagle tenía una memoria de 72Kbytes de ROM (menos de 590.000 ceros y unos) o la memoria de una lavadora, y una memoria ram de 4 Kbytes (32.768 espacios para cero o uno) para poder ejecutar programas. En 1.985, mis padres me compraron un ordenador con 32Kbytes de rom y 4Kbytes de ram, en 1.989 ya hablábamos de los 640K y hoy con menos de 4GBytes no compras un ordenador.

La Luna se alcanzó mediante reglas de cálculo, lápices, tinta y el uso de ordenadores tamaño armario para los cálculos más complejos. Hoy en día con todos los ordenadores que tenemos nos falta el valor de volver a la Luna.

Hoy hace cuarenta años que llegamos al borde de la siguiente frontera, un mar cósmico en el que debemos aprender a navegar, y para ello necesitamos introducirnos más y más en él.

Me gustaría poder ver la llegada del hombre a Marte antes de unirme al cosmos.

viernes, 17 de julio de 2009

¿Cuánto vale una cinta?

Leo en una entrada de la agencia Reuters que la NASA admite que las cintas originales del aterrizaje y el primer paseo de un hombre en un cuerpo celeste distinto a la Tierra fueron borradas.

Con independencia de que esto va a servir a los defensores de la teoría de la conspiración de que nunca llegamos a la Luna, es curioso como pasó.

Resulta que las cintas originales del aterrizaje, las que contenían las imágenes que hemos visto de Armstrong descendiendo del módulo Eagle a la superficie lunar, eran parte de un paquete de 200.000 cintas que fueron borradas magnéticamente para ser reutilizadas y así reducir gastos.

Creo que aparte de ser un tremendo fallo de visión de la historia, de control del inventario de los activos de la NASA, es un claro ejemplo de como un error contable: ¿cuanto vale una cinta virgen? ¿Cuanto vale una cinta con la llegada del hombre a la Luna?

Hoy hace cuarenta años que empezamos el viaje.

jueves, 9 de julio de 2009

Las matemáticas de la guerra

El físico Sean Gourley hizo una presentación en el TED de este año sobre las matemáticas subyacentes tras la guerra. Podéis encontrar un vídeo en este link.

Como no hay subtítulos en español, para los que no podáis seguir el acento neocelandés del ponente, haré un resumen de la exposición.

Gourley intenta hacer un estudio para ver las similitudes que pueden tener conflictos bélicos como el de Afganistán, el de Irak o el de Sierra Leona. Como los datos directos de bajas suelen ser reservados, optó por analizar la información que se muestra en los noticieros, y tabularla.

Resumiendo, que tras muchas horas de ver telediarios, y muchas horas de tabular la información llegaron al análisis gráfico de la información, que les dio unas funciones de probabilidad similares para todos los conflictos. Y esto es lo llamativo del descubrimiento: todas las guerras tienen funciones similares de probabilidad para las bajas. La función que descubrieron fue:

P(x)=Cx^a

en la que P(x) es la probabilidad de que se produzcan x muertos en un ataque, C es una constante (que no se especifica en la exposición) y a (en la formula original alfa) es la pendiente de la curva.

Lo curioso es que los valores de a oscilan entre 2.0 y 3.0 y tras un análisis posterior se observó que el valor se corresponde con el nivel de organización del atacante. 2.0 es un valor para un atacante fuerte y organizado con pocos grupos, y 3.o se correspondería con un atacante muy desorganizado.

Cuando se observan los valores de una simulación sobre la fórmula y los valores reales de conflictos existentes, es realmente sorprendente el modo en el que se parecen las curvas.

Con esta fórmula se da un paso más en el control de costes de las guerras. Ahora, mediante una tabulación del enemigo, conoceremos la probabilidad de que se produzcan ataques con números de víctimas que no sean aceptables por la población. Los militares planificarán mejor sus guerras y los políticos venderán sólo aquellas guerras en las que los muertos sean aceptables.

lunes, 6 de julio de 2009

Principios

¡¡Si no lo escribo, reviento!!

A cuento del golpe de estado que se ha producido en Honduras, no hacen mas que establecerse debates y tertulias sobre el soporte que le está dando el pueblo hondureño a los golpistas, los afanes de perpetuarse en el poder del presidente derrocado, o cualquier otra cuestión aneja y que sólo parecen buscar que no nos centremos en los principios.

En la Democracia, el poder está en la elección del pueblo, el cual es soberano y decide (con mayor o menor influencia, no seamos ilusos) cual quiere que sea su gobierno. Ya sea mediante Parlamentos, o eligiendo Presidentes, el hecho es que es el pueblo el que ha de hablar, y no los Ejércitos, Iglesias, o Poderes Fácticos.

Mi punto de vista es ese, en Honduras ha habido un golpe de estado y punto. No hay modo alguno de justificar nada, ya que aunque las posturas de los golpistas sean las que indican y el Presidente legítimo haya faltado a la Ley Hondureña, su propia ley ha de contener los mecanismos legales que permitan encausar, y destituir si así fuese, al Presidente faltante. Un golpe de estado nunca genera un régimen legítimo. Esto se les olvida a los contertulios, que seguro que con sus justificaciones aplicadas a Honduras, no verían bien que en España hubiese un golpe de estado que derrocase al Presidente Zapatero e instaurase a otro con igual soporte bajo la escusa de que está rompiendo el país y está derivando hacia posturas Chavistas (por cierto, esto está escrito en algunos periódicos).

Tengamos cuidado con los principios, pues son los axiomas sobre los que construimos nuestra sociedad. Si el principio de soberanía del pueblo, manifestándose en un sistema de elecciones y refrendos es básico, no justifiquemos a los que rompen dichos principios. Aunque no nos guste lo que salga en las urnas.

PD - ¿Alguien ha oído comentar algo sobre la Constitución Hondureña que prohibe plantear modificaciones a la misma? Es como si en España, cuando se habla de actualizar la Constitución le quitásemos la nacionalidad al que lo plantea, y le metiésemos veinte años en la cárcel...

miércoles, 1 de julio de 2009

Twitteando

He de reconocer que desde la última visita a mi amigo Juan Pedro ando algo confuso. No es sólo por que me haya enseñado el mundo del Twitter, sino porque además han coincidido una serie de factores que me han vuelto a desestabilizar.

Como los otros factores son gestionables y sólo he de reconducirlos, me voy a limitar a lo que me confunde de Twitter.

En primer lugar, el microblog es un ejercicio de síntesis que te limita a 140 caracteres. Puedes emplearlo como si fuesen los estados del Facebook, pero con un mayor nivel de difusión.

Por otro lado, la relación de seguimiento no es bidireccional: tu puedes seguir, te pueden seguir, u os podéis seguir mutuamente.

Queda por último el modo de empleo. Facebook tiene un uso más familiar, o al menos así me lo parece. Conectas con los amigos, con la familia, compartes fotos, enlaces. En Twitter, la cosa es más compleja. Los comentarios son mucho más medidos, aunque siempre hay "moñas" que se ensucian el entorno, pero sobre todo es como tener un Internet con esteroides, dado que a modo de teletipo te van apareciendo las actualizaciones de las cosas más diversas, y si sigues a gente interesante estarás bastante enterado.

Dentro del modo de empleo tenemos la etiqueta, que es ligeramente distinta, pero es como en cualquier otro medio: escucha antes de hablar, y emplea el modo de los que escuchas. No es imitar, sino hablar como los demás.

Que cierto el refrán: "Allá donde fueres, haz lo que vieres".