martes, 18 de enero de 2011

Una simpleza

Que uno es simple, no es noticia. No soy un estoico, pero no me considero hombre de grandes lujos.

Son las pequeñas satisfacciones las que nos alegran la vida. Ese pequeño hito conseguido, ese pequeño paso dado. Eso, y no caer en el desánimo ante los eventos. Las cosas siempre suceden por algo, aunque sea por que sí.

Hoy me han dado una pequeña alegría: me han entregado un pequeño certificado del curso de lengua de signos española (L.S.E.) que realicé el curso pasado.

El impulsor de que decidiese estudiar L.S.E. fue y es Julián Kielbus, creador de un vídeoblog y un canal en YouTube, en el que comenta sus opiniones en lengua de signos. Él me incitó a conocerla para poder comunicarme con ese millón de personas que no escuchan nuestras palabras, y que piensan y opinan como hacemos nosotros.

Un pequeño placer el poder preguntarle cómo se encuentra, o cómo está, o qué hora es, o cualquier otra nimiedad de estas que son tan importante para nuestra socialización.

Lo dicho, hoy estoy contento por tener un papelito que dice que he conseguido hablar un mínimo con un millón de mis conciudadanos.

Sed felices.

No hay comentarios:

Publicar un comentario