miércoles, 19 de enero de 2011

Un “café” vespertino

Hoy estoy escribiendo por la tarde en vez de por la mañana, así que aunque os pida que seáis felices, habréis prorrogado mi deseo de ayer, en vez de contar con uno recién hecho de hoy.

Y es que los deseos son como el café. No hay nada mejor que cuando te desean algo de corazón y te sabe a café recién hecho.

Hoy el día ha sido largo, duro y confuso en algunos tramos, pero espero que sea sólo una percepción.

Mañana empezaremos también temprano, pero espero poder al menos desearos que seáis felices por la mañana: no hay nada mejor que el café recién hecho.

Sed felices

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