Es indignante el modo en el que algunos se aprovechan de los más necesitados, y lo poco que hacemos para remediarlo.
Un “empresario” andaluz se ha dedicado a llenarse los bolsillos defraudando a personas con discapacidad a las que contrataba en su empresa de telemarketing y luego despedía durante el periodo de prueba, previa solicitud de la ayuda correspondiente por contratación en este colectivo. No contento con esto, además no les pagaba los sueldos y les hacía firmar las nóminas.
Con una infraestructura insuficiente, las condiciones de trabajo eran poco menos que lamentables. La inspección de trabajo le ha abierto varias actas, pero este “empresario” ha contrademandado a la Administración por no pagarle las ayudas que le deben.
Otro “emprendedor” les cobraba a los parados por incluirlos en una lista de trabajadores para Oriente Medio, con unos sueldos fabulosos que no eran más que engaños.
Y como estos cada vez más. Las crisis son momentos de cambio y de oportunidad, pero también el hogar de estos oportunistas y canallas que se aprovechan de los que menos recursos tienen.
Es lunes, y por lo tanto tenemos la semana por delante. Es buena cosa ver como podemos acabarla con algo que nos haga mejores a nosotros y a nuestro entorno. Pongamos nuestro granito de arena. Sirvan estos desalmados como contraejemplo.
Sed felices.
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