martes, 6 de septiembre de 2011

De liberalitate

Leyendo un librillo de un tal Nicolai Maclavelli* llamado “de principatibus”** he venido a encontrarme muchos y muy buenos consejos, que tomados en perspectiva nos permiten comprender algo de lo que pasa hoy en día.

Santi_di_Tito_-_Niccolo_Machiavellis_portraitNo es que lo haya acabado, que mucho me queda por aprender, pero si me ha llamado la atención lo que aplica a las “repúblicas civiles” como la nuestra, en la que cedemos el poder a uno con vistas a que nos defienda de los poderosos, y consintiendo en que al final nos gobierne.

Pues en este librillo viene a contar cuales son las virtudes de un gobernante (príncipe) y claro deja que este ha de ser liberal (con mesura) para que el gobierno sea bueno. Una liberalidad que se traduce en gastar lo que es necesario para que los gobernados sean felices, pero sin dispendios que hagan necesario elevar los impuestos. Traducido: colegios sí, fastos no.

Recuerdo entonces las políticas del partido más liberal que tenemos y veo que no coinciden con lo que Nicolai aconsejaba como virtud para el buen gobierno. La liberalidad se ha convertido en avaricia y se recortan en educación, pero se dispendia en fastos y autobombo.

Claro que este libro lo prohibió la iglesia católica, y por ahí que pueda que no se lo hayan leído. O quizás no es que vivamos en una “república civil”, y nos sigan gobernando los señores y nos hagan creer que no es así.

Creo que tengo que acabar el libro, y meditar un poco. No puede ser que vea tan claro y tan obvio lo que Nicolai cuenta y que no me cuadre luego con lo que los otros hacen.

Mientras tanto…

Sed felices

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* Nicolás Maquiavelo

** El príncipe

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