Bueno, todo un verano de descanso y hoy en las calendas de septiembre es momento de comenzar nuestra rutina con este blog que es más vuestro que mío.
La verdad es que ha sido un verano interesante, en el que las lecturas de Homero y Virgilio, se han alternado con otras menos densas, aunque para ser honesto: Homero y Virgilio son los Salgari y los Stevenson de la edad antigua.
Nos visito el máximo representante de la Iglesia Católica a lo Justin Bieber, y tuvimos a una caterva de exacerbados seguidores pululando por la ciudad, entonando sus cánticos, sus cositas y pensando en que su verdad es universal, y que por lo tanto los demás debemos ser salvados de nuestro error.
Hemos podido ver la efectividad de nuestros antidisturbios. Cómo el pago de nuestros impuestos se traduce en su formación, equipamiento y su saber hacer. Coincidiendo con nuestro afamado visitante, se dignaron a hacer una demostración con ciudadanos peligrosos del tipo transeúnte o periodista, que ya sabemos lo que enredan.
Buenos amigos, inteligentes y dispuestos son un regalo que hay que agradecer cada día. Tengo suerte a este respecto, y me han regalado a lo largo del verano conversaciones y discusiones (on y off-line) que han hecho del estío una primavera de la razón.
Vinieron nuevos amigos, y por suerte no se marchó ninguno que yo sepa, por lo que estoy agradecido a los dioses.
También acordarme de los amigos que necesitan de nuestra fuerza en su lucha día a día por seguir, por vencer y por llegar más allá. Con ellos una deuda, que he de llamar más a menudo, que parece que no quisiese hablar.
Lo dicho un verano bien aprovechado, y en el que he espero haber hecho más por mejorar mi “dignitas”, y mejorar la de los demás.
Ya hemos llegado.
Sed felices.
No hay comentarios:
Publicar un comentario