lunes, 28 de febrero de 2011

Yendo como tortugas

Hace tiempo que llegué a la conclusión que los vehículos, cualquiera que sea su tamaño, producen una cambio en la personalidad en el momento que te pones a los mandos.

Puede que sea algo tan simple como el control que se tiene sobre un instrumento que puede llegar a ser muchas veces más pesado que nosotros, muchas veces más rápido y muchas veces más letal. Pero que nosotros y no otros controlan en ese momento.

No siendo este un efecto universal, si es un efecto bastante extendido. Como prueba sólo me remito a la cantidad de veces en las que hemos realizado una maniobra indebida, hemos circulado por encima de los límites, o hemos atribuido a los demás nuestros defectos al volante.

El viernes, el Gobierno de España, aprobó la reducción transitoria de la velocidad máxima de 120 km/h a 110 km/h. Una decisión que ellos colocan en el ámbito de la reducción de la factura energética, motivada por el incremento del precio del crudo por encima de unos límites que anteriormente desconocíamos.

Hasta donde se, por informaciones varias, esto supondría un ahorro de seis mil millones de euros en un año, y un gasto de doscientos cincuenta mil euros en pegatinas para las señales. Además cada conductor puede obtener una reducción del consumo, incrementando la eficiencia del motor, del 10 al 15%, en función de si es diesel o gasolina.

Cómo no, en un juego universal de acción-reacción, todos los medios comenzaron a registrar las respuestas de los responsables políticos y de los ciudadanos. No voy a entrar en las respuestas pues me interesa más ver los números:

  1. Si el ahorro estimado es de 6.000 millones de euros en un año, esto supone un ahorro de unos 16,4 millones de euros al día. Los constes de las pegatinas se amortizarían a la media hora de entrar en vigor la regulación.
  2. La variación de 120 hm/h a 110 km/h es de un 9%, pero incrementa el rendimiento por encima del 10%. Factores como el inflado de los neumáticos, o la brusquedad de los cambios de régimen de revoluciones también influyen, pero entiendo que todos conducimos del modo más seguro y económico posible.
  3. En un viaje de 300 km, la variación del tiempo de viaje es de menos de 15’. Invertimos más tiempo en tomarnos un café o hacer un descanso en un viaje de esta distancia.
  4. Se reduce la siniestralidad con la disminución de la velocidad. Menos accidentes de tráfico, implican menor presión en el gasto sanitario y de asistencia social.

Podemos seguir justificando la decisión, pero nos va a dar lo mismo. Cuando nos montamos en un vehículo con un motor de 300 cv, que va acorde a nuestra dignidad, no pueden venir a decirnos que tenemos que ir a 110 km/h. ¡El coche se ahoga!

Complicado esto de ser humano.

Sed felices.

viernes, 25 de febrero de 2011

Acelerándonos

Hay semanas en las que parece que los días son de 48 horas. Son esas semanas en las que de pronto los eventos y las tareas se acumulan y superponen obligándonos a multiplexarnos1 para abarcar más allá de lo que pensábamos que era posible.

Creo que de algún modo, estas semanas vienen a reforzar lo que dije de la Ley de Parkinson: somos ineficientes por naturaleza, y por lo tanto siempre tenemos ante nosotros innumerables oportunidades para mejorar.

Por desgracia, algo me dice, que este ritmo de esta última semana no debe ser del todo bueno. Dado que la mayoría de la gente no lo hace, debo sospechar que en algo he de estar equivocado.

Además, parece ser que cuando no éramos más que unos seres “incivilizados”, dedicábamos unas cinco horas a buscar comida, y el resto del tiempo a socializar (quitarnos los piojos, tener sexo, contar historias, tener sexo, pintar en las cuevas, tener…).

En algún momento nos hemos desviado de algún camino natural y empezamos a disfrutar con los logros, a expensas de la socialización.

Claro que eso es lo que nos ha llevado a conocer al resto de los Humanos del planeta, a surcar los mares, a dominar los cielos y empezar a gatear por el espacio.

Despegue del Discovery

Ayer el Discovery despegó por última vez. Será reemplazado por otras naves que nos lleven más lejos, y que nos enseñarán que el tiempo, cuando se avanza rápido es más flexible que cuando se está quieto.

Sed Felices.

 

1 – Este polisílabo es para que mis padres vean que el esfuerzo por darme una educación no fue de todo en balde.

jueves, 24 de febrero de 2011

Mr “Nice to Meet You”

Hoy no estoy muy inspirado. Ayer recibí una llamada de un amigo que está hospitalizado a la espera de unas pruebas que vendrán la semana que viene.

Siendo como es una persona alegre, pendiente de los demás y con un ánimo vital más allá de toda duda, que estuviese malo y le hayan tenido que ingresar es una ironía cruel.

Me acordé cuando me llamó de cuando empezó sus cursos de inglés. Con una sonrisa radiante me dice: “Ya se decir ‘Nice to meet you’”, a la vez que me daba la mano con energía, pero sin intimidar.

Se conoce a alguien por como da la mano.

Para él (y para todos)

Mira siempre al lado bueno de la vida…

Sed felices.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Permiso para ser padre

Ayer comenzó el juicio a dos padres por malos tratos, ya que ella por maltratadora y el por no hacer nada para impedirlo, le han provocado a un niño, que ahora tiene 7 años, una discapacidad del 98%.

El niño está condenado a “vegetar” de por vida por haber coincidido en su vida con unos padres no capacitados.

imageViendo comentarios en la red sobre el que “cualquiera puede ser padre”, me acordé de “Starship Troopers” (Tropas del Espacio) un libro de Robert A. Heinlein, ganador del premio Hugo de 1960. Dicho libro muestra una sociedad en la que para poder realizar determinadas funciones y tener determinados derechos, es necesario haber servido en el ejercito.

Uno de los privilegios que se adquieren es el voto, y otro el poder tener hijos. Todo se basa en el principio de que sólo un ciudadano es capaz de realizar tareas de responsabilidad, y que la ciudadanía sólo se adquiere con el compromiso. Incorporarse al ejercito y realizar el servicio que requiere es prueba de dicho compromiso.

Muchos son los que ven en el libro una alegoría del fascismo, pero la verdad es que parece ser que el autor se basó en la muy neutral Suiza para desarrollar su utópica/destópica sociedad.

Con independencia del libro, votar o tener hijos son tareas de responsabilidad, que por desgracia parece que hemos dejado de asumir como tales.

Sed felices.

martes, 22 de febrero de 2011

Parkinson y su ley

A través de un amigo me ha llegado un enlace a un artículo sobre la degradación del trabajo de Informático en España, y en el mundo.

Me ha parecido un articulo decente, más teniendo en cuenta que he vivido el proceso del que se habla. Pero lo que más me ha llamado la atención es recordar una de las leyes que un jefe de proyecto ha de tener siempre en mente: la Ley de Párkinson.

La Ley de Párkinson se enunció orientada a la actividad económica en la década de los 50, cuando los ordenadores no habían invadido el espacio de trabajo como hoy en día.

Su enunciado es el siguiente: “El trabajo se expande hasta ocupar la totalidad del tiempo que se dispone para su realización”. Es decir, que muchas tareas se expanden en su realización hasta que no tenemos más tiempo para ellas.

No es que seamos vagos, es que somos ineficientes por naturaleza. La ineficiencia ocupa de manera natural de un 5 a un 7% de la totalidad del esfuerzo. No podemos mejorar eso, y si empeorarlo mucho.

Las técnicas para poder reducir el impacto de la Ley de Parkinson son varias, y algunas muy simples, pero no voy a abordarlas en esta entrada, aunque todas comienzan por medir lo que realmente cuesta hacer algo.

Por eso, porque ya sabemos que la Ley de Parkinson es universal, cuando digamos que algo no se puede hacer en ese tiempo, o que es demasiado para tan poco tiempo, recordemos que en muchos casos estamos verbalizando la ineficiencia.

Sed felices

lunes, 21 de febrero de 2011

Redes para contactos

Recibo por correo una petición curiosa: “XXXX desea incluirte en su red de contactos” de LinkedIn.

Bien, conozco a XXXX. Es la persona que nos hizo la vida imposible durante un tiempo, trabajando como informadora de quién deseaba que uno de nuestros proyectos fracasase.

No es precisamente el perfil de persona en la que confiaría para hacer negocios, pero aquí es dónde me salta la duda: ¿he de aceptar la posibilidad de tener un contacto más, o no nos interesa este tipo de gente?

La verdad es que de acuerdo a lo que vemos en la prensa todos los días, es el perfil idóneo para hacer negocios en ayuntamientos y otras administraciones públicas. Por otro lado, nadie puede asegurar que no vaya a hundir el barco por un tercero…

Sea lo que sea, por suerte no creo que tenga que responder hoy a la solicitud. Me voy a esperar a mañana, no vaya a ser que me anticipe…

Sed Felices.

viernes, 18 de febrero de 2011

28 años después…

"Si no devolvemos hasta el último euro a nuestros inversores, a las personas que en un gesto de bondad y de confianza nos han depositado sus ahorros, me pegaría un tiro en la cabeza, si es que la fe que profeso me lo permitiera" J.M.Ruíz Mateos

Con tan lapidaria frase, uno diría que este señor es un benefactor que luchará hasta el final en devolver un dinero que han prestado miles de pequeños inversores, y que si no se suicidará… Ya, pero es que este señor es José María Ruíz Mateos. Y sabemos que es ultra católico; credo que según se viene a tener a muy mal lo de perder la vida por la propia mano.

Si el señor fuese sintoísta, o siguiese el “cultus”, o cualquier otra religión donde está feo lo de matarse, pero si es por motivos de honor tiene un pase, podríamos creerle, pero en este caso está claro: “¡Ah! Se siente. Es que como soy católico…”.

RumasaTonterías aparte, se repite lo que hace 28 años. El imperio de los Ruíz Mateos vuelve a fallar en sus cuentas, vuelve a defraudar a los ciudadanos y trabajadores, no pagando las cuotas que le corresponde pagar a la Seguridad Social y se presentan como víctimas.

No podemos echarle la culpa al regulador de las pérdidas que pueda suponer en los pequeños inversores. El regulador (la CNMV) lleva tiempo diciendo que antes de invertir en este grupo de empresas, la gente ha de comprobar la situación jurídico financiera de las mismas…

Dicen que cada 28 años, se repite día por día un año. Es decir hace 28 años, hoy 18 de febrero también fue viernes, y como hoy todos y cada uno de los días del año. Puede que sea una coincidencias lo de Nueva Rumasa, pero desde luego no va a ser por casualidad.

Sed Felices.

jueves, 17 de febrero de 2011

Inercia

A parte de determinados gerentes, no hay nada más sorprendente que un niño cuando pregunta.

Más allá de las preguntas lógicas (“¿por qué?”) y sus variantes (“y, ¿por qué?”), los hijos son capaces de hacernos preguntas que nosotros mismos creíamos que ya nos habíamos respondido. Pero no.

El sábado, mi hijo me decía que habían ganado “porque se les había gastado la inercia para perder”. ¿Cómo? ¿La inercia se gasta? Mi sorpresa fue enorme, y su cara más aún.

Luego me preguntó por lo que era la inercia. Y ahí comenzaron los problemas. Es evidente que lo primero que le dije fue que “la inercia es la tendencia de los cuerpos a mantener su estado de movimiento” y luego me di cuenta que tiene ocho años, y que no le había dicho nada.

Tuve que acudir a varios ejemplos, la bici cuando dejas de dar pedales, los patines cuando te deslizas, el hielo, etc, para que comprendiese lo de “mantener el estado de movimiento”.

Creo que no sabe lo que es la inercia, aún, pero si sabe que se gasta. Es decir que estamos como al principio, pero con más seguridad de que su inercia para perder se debe haber gastado, por lo que ahora sólo queda ganar, ganar y ganar.

Ahora me pregunto: ¿por qué no se nos gasta a los adultos la inercia en perder? ¿Por qué no pensamos que podemos ganar? ¿Por qué tanta resistencia al cambio?

Creo que el que me contestó fue mi hijo, no yo a él.

Sed felices.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Igualdad de oportunidades

Leyendo este artículo es la segunda vez en menos de una semana que se me plantea el tema de la igualdad de oportunidades.

Es un tema complejo, ya que son muchos los factores por los que alguien se puede sentir discriminado: edad, sexo, presencia…

Una cosa que me ha llamado siempre la atención es que en las tiendas de perfumería no me ha atendido nunca un chico. Ni joven, ni maduro, ni nada. Si me han atendido desde señoritas que difícilmente tenían la mayoría de edad a venerables señoras cercanas a la jubilación. Todas ellas con una cortesía y amabilidad que raya en lo exquisito, pero nunca me ha atendido un hombre.

Sinceramente, yo no quiero la opinión de una mujer sobre mis perfumes. La única opinión femenina que quiero es la de mi esposa, pero estoy abierto a las opiniones de otros hombres sobre nuestros perfumes. ¡Somos nosotros los que los usamos! Me gustaría que me dijesen “con este perfume te sientes como el Rey del Mundo”, o “es un perfume para tíos con lo que hay que tener”. No son razones que una dependienta me vaya a proporcionar…

Por desgracia, dudo que se contrate a un hombre en un puesto que está claramente discriminado para ser ocupado por mujeres. Lo que hago es que voy con un amigo, o con un hermano, o con mi padre y escucho su opinión.

Volviendo al artículo, en él se presentan dos puntos de vista opuestos. Por un lado la aplicación de las mismas reglas para todo el mundo sin distinción de sexo, por otro lado la necesidad de variar los requisitos para las mujeres dado que no pueden cumplir con los varemos establecidos.

Creo que la justa es la primera. Pongamos el caso de que una mujer aprueba con unos tiempos que a un hombre le eliminan. Dado que las pruebas son para la realización de un trabajo, esto significa que una mujer ha de estar menos capacitada que un hombre para realizar el mismo trabajo, o lo que es lo mismo: el hombre ha de demostrar más capacidad de lo que la mujer tiene que hacerlo para ocupar un puesto.

Como creo que estamos claros en que este argumento es el que se blande para luchar por la igualdad de oportunidades, la creación de criterios sesgados puede ser un problema más que una solución.

Tenemos un gran camino aún por recorrer y debemos recorrerlo juntos, tanto hombres como mujeres, para conseguir que algún día, esto no sea ni una noticia, ni una entrada en un blog.

Sed felices.

martes, 15 de febrero de 2011

Tycho y Kepler

Me gustan las estrellas. Su delicada posición en la oscuridad del cielo me atrae. Quizás el vivir en un lugar con el cielo corrupto, en el que sólo cuando llueve recuperas parte de la visión tenga que ver con ello.

Desde hace muchos miles de años que estamos mirando al cielo, e intentando leer en ellos mensajes y signos de nuestros dioses, de nuestra fortuna. Buscamos guía para llegar a buen puerto. Son el GPS de antes del GPS.

Hay dos personas relacionadas con el estudio de las estrellas que siempre me han llamado la atención. Un dúo que hizo avanzar nuestro conocimiento del cosmos: Tycho Brahe y Johannes Kepler.

Con caracteres opuestos, Tycho era un hedonista y Kepler luterano. Tycho era un observador y Kepler un analista. Tycho vivía en el lujo y el esplendor y Kepler tuvo una vida llena de sufrimiento. Los dos extremos.

Tycho era una persona cruel que le soltaba a Kepler datos de segundo orden en cada cena mientras trabajó a su servicio, pero a su muerte, Tycho le proporcionó a Kepler la mejor colección de datos de estrellas que existía allá por 1600. Kepler fue capaz de observar en esos datos que había tres leyes por las que se regían todos los cuerpos celestes:

Primera ley: Todos los planetas siguen órbitas elípticas alrededor del Sol, estando este situado en uno de los focos de la elipse.

Segunda ley: El área que recorre el radio entre el foco y el planeta es proporcional al tiempo empleado por el planeta en recorrer la sección de la órbita. Es decir que los planetas se aceleran al acercarse al Sol y se ralentizan en el punto opuesto.

Tercera ley (Ley Armónica): El cuadrado de los periodos de la órbita de los planetas es proporcional al cubo de la distancia promedio al Sol. O lo que es lo mismo que todas las órbitas de los planetas mantienen un ratio entre la distancia al Sol y lo que dura en años terrestres una vuelta completa a su órbita.

Gracias a estas tres leyes, hemos sido capaces de predecir dónde debe situarse un planeta, y como se va a comportar un satélite en el cielo.

Ojalá tuviésemos la capacidad de Kepler y los datos de Tycho en nuestras vidas.

Sed felices.

lunes, 14 de febrero de 2011

Ombliguismo

Si buscáis ombliguismo en el diccionario de la R.A.E. no encontrareis una definición. Buscando en Google, que para estas cosas está más al día, podréis ver que es la condición de vivir mirándose el ombligo.

Lo de los premios de la Academia del Cine (vulgo “los Goya”) no fue ni más ni menos que un ejercicio de ombliguismo.

Reconozco que los vi un rato, y sin tener en cuenta que como hay que premiar hasta “al Tato”, tienen un ritmo frenético, de cajera de supermercado en fin de semana, no dejan de ser los premios que un gremio de profesionales se dan entre si.

Lo que no nos cuentan es que tras el glamour de la gala se encontraba un intento de que nadie le agüe la fiesta.

La 1 como ya hizo con anterioridad en aquel partido en el que se pitó al himno español, aplicó su sutil apertura de plano, y convirtió a los manifestantes que estaban abucheando a un colectivo que ha insultado a los ciudadanos llamándolos ladrones, a una ministra que legisla para sus amigos en vez de resolver los problemas de un país, y todos los demás robaplanos que se pasaron por una alfombra roja, que para mayor escarnio estaba patrocinada por Loterías del Estado.

Lo dicho lo de ayer fue un ejercicio de ombliguismo, suerte de que al menos las películas seleccionadas eran decentes, no como otros años.

Os dejo un vídeo de los fans que estaban aclamando a sus ídolos (según la 1).

Sed felices.

viernes, 11 de febrero de 2011

De padres (Mubarak) e hijos (Egipto) (2)

Escribía esta mañana sobre la indignación que me había producido escucha al dimitido Mubarak llamar hijos a los egipcios y reconvenirles.

Llego a mi casa esta tarde, y me encuentro con la gozosa noticia de la conquista (en pequeñito) de un inicio de transición en Egipto.

Mubarak se ha ido, pero esto no es más que la casilla de salida. Conseguir una democracia es un proceso costoso que requerirá de mucho tiento por parte de los egipcios. Lo conseguirán si nadie lo impide, y no hay razones para impedirlo a simple vista, pero necesitarán ayuda.

La ayuda viene ahora en otorgar confianza al proceso, de no inmiscuirse para cambiar el títere y dejar que sean los egipcios los que decidan cómo quieren ser gobernados los egipcios.

Hoy me voy a acostar un poco más feliz.

Sed felices.

De padres (Mubarak) e hijos (egipcios)

Si uno quiere que sus hijos le hagan caso debe predicar con el ejemplo, y esto es lo más duro que hay.

La pelea diaria por los deberes, que por suerte en mi caso es menos pelea que en otros, se basa en que yo hago los “deberes” que tengo o lo que tenga que hacer.

En el despacho de casa, y con la tv del ordenador sintonizada si es necesario, mis hijos pueden ver que “papá” está haciendo “sus deberes”, lo que les realimenta en hacer los suyos.

Bien, pues estaba yo ayer de esta guisa, poniéndome al día con un nuevo producto en el que me estoy formando, cuando vengo a escuchar al dictador egipcio.

plaza-tahrir

Las imágenes de la Plaza de la Libertad me recordaban a la multitud que nos unimos ante la guerra de Irak, o tras los atentados del 11-M. Clamor popular.

Pero el discurso estaba claro que no iba a llegar a buen término. Un discurso de un “padre” ante unos “hijos” a los que reconoce enfadados, y a los que promete que va a cumplir lo prometido.

Fuera de las palabras, lo que más me impresionó fue que el poco sonido de ambiente que mezclaba el realizador inyectó un sonoro abucheo cuando se rompían los envases de las esperanzas.

Sr. Mubarak, sus “hijos” se han hecho mayores. Acéptelo.

Sed felices

jueves, 10 de febrero de 2011

Símbolos

Una de las cosas más complicadas de explicar y de hacer entender son los símbolos.

Lo siento, pero no he conseguido dar con una solución universal que permita explicar el porqué un muñeco en dos maderos cruzados es respetable, pero un pañuelo en la cabeza no lo es.

No he sido capaz de explicar porque veo en los olivos la sabiduría de los años, y no soy capaz de ver en un gordito amable sentado lo mismo.

Soy incapaz de ver en un trozo de tela de colores algo más que eso, y menos aún de llegar a las manos por ninguna en concreto.

¿Y los coches? ¿Qué diferencia hay entre un i10 y un E320 más allá de las funcionales?

Corbatas, pañuelos, pulseras rojigualdas, pulseras arcoíris, trajes, camisas, polos, pantalones, relojes, consolas, … más símbolos.

¡Perdón! ¡Qué fallo! Se me olvidó decir que un símbolo es una abstracción a la que le damos un significado más allá del objeto en sí. O sea, que somos nosotros, los que le asignamos a los objetos su significado y no los objetos en sí.

Recordad, somos nosotros, no ellos.

Sed felices.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Los muertos no votan

Caveat: Hoy venimos duros.

Que los muertos no voten es algo que tenemos todos claro. Imagínate una larga lista de difuntos, más o menos arreglados, con sus relicarios, sus monedas para el barquero, bien maquillados y oliendo al bálsamo con el que la sangre se sustituye en los rituales mortuorios.

Seguro que más de uno podría decir que no están en total uso de sus facultades, y que por lo tanto su voto sería resentido y vengativo.

Pensándolo bien… Si uno se muere en una gran ciudad por problemas respiratorios al tiempo que escucha a los “politicuchos” que gobiernan su ciudad negar que el aire es más ponzoñoso que las aguas de una cloaca, no creo yo que vayas a votar muy contento con ellos.

Que te ahogues y pierdas el espíritu mientras miles de coches contaminan y pudren tu aire es algo que debe alegrarte. En el fondo es un acto de patriotismo.

Con como se han puesto las pensiones y como está el tema del trabajo, lo mejor es liberar al país de lastre. Al fin y al cabo, los que se vayan a morir son los que peor están, y por lo tanto los que más gasto van a generar en el futuro… Además, tal y como se puede ver en el gráfico, estos políticos han puesto a Madrid en el mapa.

Fuente: Laboratorio de Medio Ambiente de la Universidad Politécnica de Madrid / EL PAÍS

No creo yo que este punto de vista sea aceptado por la legión de difuntos votantes, ni por sus familiares (estos vivos) ya que aunque la muerte por ahogamiento de estos individuos pueda ser beneficiosa para la sociedad, no deja de ser un gran problema para sus allegados.

Al final, viendo pros y contras, creo que voy a cambiar de opinión. Creo que es bueno que los muertos votemos. De ese modo los políticos pensarán en tomar las decisiones que son más convenientes para la población, ya que la pérdida de votos de los vivos motorizados se compensa por la de los muertos agradecidos.

Creo que es bueno que los muertos votemos.

Sed felices.

Nota: La imagen se ha obtenido del Laboratorio de Medio Ambiente de la Universidad Politécnica de Madrid a través de EL PAÍS

martes, 8 de febrero de 2011

De encuestas y sesgos

Ayer me llegó un correo en el que me indicaban una dirección a una encuesta, buscando claramente proporcionar una respuesta concreta. Dada la realidad viral de este correo, el resultado de la encuesta queda automáticamente sesgado.

ChecksheetEl sesgo se introduce al no seleccionarse la población para la estadística de una manera aleatoria, sino entre aquellos con una respuesta concreta.

Por suerte, la encuesta de marras deja claro que los resultados no son significativos al ser por no estar controlados estadísticamente, y por el resultado llega al punto de lo ridículo.

Esto que al final no es más que una chanza entre amigos, se convierte en un juego peligroso cuando son los espectadores los que han de elegir entre candidatos, concursantes o premios.

Una campaña orquestada de inyección de respuestas, con un generoso presupuesto, y que no controle la duplicidad de respuestas distorsiona por completo el resultado, siendo estadísticamente sesgado. Si tenemos en cuenta que además se nos vende un producto, o se nos intenta condicionar hacia un determinado modelo, servicio o lo que sea, el peligro es mayor.

Recordemos que 9 de cada 10 dentistas…

Sed felices

lunes, 7 de febrero de 2011

Ocurrencias y normalización

Hay que ver lo que se les ocurre a los niños. Tienen cada cosa.

Les pones delante un juego de construcción por bloques, y tan pronto te hacen una casa, como una nave espacial con “turbo” y parecida a un “dragster”, que una pistola.

La cosa es que les das un lápiz y un papel, y construyen un coche con ocho ruedas para que pueda ir más gente. “Pero, hijo, ¿ocho ruedas?” “Claro, así no se aplastan las ruedas con la gente.”

Luego, más tarde estudiarán lengua, matemáticas, física, etc, etc. Les “normalizaremos” y de algún modo empezarán a perder la inventiva, y la iniciativa.

Les enseñaremos a que no tienen que lanzarse, que tienen que medir las consecuencias. Que no deben saltarse el turno, y esperar a que su compañero resuelva el problema. Es decir les enseñaremos a no tener iniciativa y a vivir con resignación.

Hace ya mucho tiempo que el sistema educativo se encargó de cercenar la iniciativa de los niños. Una iniciativa que permite a las sociedades avanzar.

Creo que debemos estudiar de que modo no cercenar la creatividad y el impulso de los niños, y a su vez regularlo para que sirva a la comunidad en vez de a la individualidad. Problema complejo que no soy capaz de resolver.

Bueno, pero es estar vivo… Tener problemas que con inventiva tengamos que resolver.

Sed felices.

viernes, 4 de febrero de 2011

Las cuatro cajas en El Cairo

Creo que ya en una ocasión hablé sobre el meme de Ed Howdershelt sobre las cuatro cajas con las que se defiende la democracia, pero los sucesos de Egipto me llevan a escribir de nuevo sobre ello. (Eso, y que no encuentro el post original. Lo siento.)

IMG_4158Howdershelt expresó en 1971, ante una protesta estudiantil, que la Democracia se defendía con cuatro cajas: la de jabón, la de los votos, la del jurado y la de la munición. En ese orden.

Para nosotros que vivimos en una democracia imperfecta, pero democracia, podemos ver más o menos claro el orden.

La libertad de expresión en el mundo anglosajón tiene una larga tradición (no sin sus pérdidas de cabeza y encarcelamientos puntuales), por lo que la costumbre de subirse a una caja de jabón (ligera y resistente) para que a uno le viesen mejor terminó por acuñar el término. Esta primera caja es la Libertad de Expresión.

La segunda caja, la de los votos, es la urna. El poder votar es uno de los signos de la democracia.

El jurado, es decir, cuando el pueblo es capaz de participar de la justicia, se sitúa en una especie de cajón. La Justicia debe ser así una garante de la Democracia.

Y queda la última caja. La caja de munición es un último recurso. Sólo mediante la fuerza se debe terminar defendiendo la democracia. Lo vimos en España al defender el golpe de estado de 1936 y que acabó en una guerra que perdieron los demócratas. No pasó lo mismo en Europa cuando los Aliados se enfrentaron a los fascistas italianos y a los nacionalsocialistas alemanes. Muchas balas.

En Egipto están usando las cajas al revés o casi. Empezaron por la de jabón, tomando las calles y haciéndose oír. Usurpadas las cajas de los votos y los jurados, quedaba la de la munición. No de balas, sino las de las piedras. Ya pone la bala el Régimen que se considera el único garante del orden de un país que es mayor que ese Régimen.

Espero que los egipcios consigan lo que los españoles no pudimos conseguir en 1939, y que tuvimos que esperar casi 40 años en recuperar.

Sed felices

jueves, 3 de febrero de 2011

El semáforo

Ayer por la mañana participé en un debate sobre cómo se puede sacar al país de la crisis. Por desgracia, ninguno fue capaz de encontrar una receta mágica al respecto.

Sin embargo, si que salieron muchos “defectos” de nuestra economía y de nuestra idiosincrasia.

Creo que ya en alguna ocasión he dicho que para hacer las cosas a largo plazo, siempre hemos de pasar por la educación. Y es en esta faceta que me sorprendió una historia que contó un contertulio.

Estando en Suiza (no me quedó claro si el contertulio, o un amigo de éste), fueron a cruzar una calle en la que había un semáforo con el hombrecillo en rojo.

En el paso de peatones se encontraba una señora con un niño esperando a pasar, cuando esta persona fue a cruzar. La mujer le llamó la atención.

- “'¡Oiga! ¡Oiga! ¡No puede Ud. pasar en rojo!”

- ¿Por qué? – contestó él.

- Porque si yo estoy enseñando a mi hijo a que espere a que esté en verde para cruzar y él ve que Ud. cruza en rojo, yo no podré dejarle que vaya solo al colegio, ya que aprenderá… ¡que se puede cruzar en rojo!

Lo que estábamos de acuerdo todos es que la señora lo hizo muy bien. Que educó a ambos. El español se dio cuenta de que no es sólo educación la que se recibe directamente la que importa, sino el ejemplo diario.

Hoy en día seguimos intentando resolver la crisis con los esquemas y los paradigmas que la crearon. No nos vale, y seguimos queriendo cruzar la calle con el semáforo en rojo.

Lástima que no haya una señora que nos grite.

Sed felices.

martes, 1 de febrero de 2011

Pestañas en 4D

Tener un sintonizador en el ordenador te permite poder escuchar la radio, o ver/escuchar un programa mientras trabajas. Esto siempre y cuando no afecte a la atención, creo que es más una ventaja, que un inconveniente.

En esta entente entre el trabajo y la información, aparecen de vez en cuando esas interrupciones comerciales que nos informan de los avances científicos en detergentes, alimentos, vehículos o productos bancarios.

make upYo no me recuerdo como un hacha en física. Algo mejor en matemáticas, pero dentro de lo normal, y hete aquí que cuando la industria audiovisual anda convenciéndonos de que incorporemos el 3D en nuestras vidas, una empresa de cosméticos nos muestra un rímel que es … 4D. Veamos esto de las 4D.

Lo de las dimensiones comienza con la dimensión 0. La dimensión 0 es el punto. Un punto no tiene ni volumen, ni longitud, ni extensión, ni nada. Es casi una idea.

Luego viene la primera dimensión (1D), que es la recta. Una recta ya se puede medir, se puede definir…

Tras la recta, viene el plano, la segunda dimensión (2D). El plano lo definen dos rectas que se cruzan. Es un poco complicado de ver, pero si en un papel hacemos dos líneas rectas podremos ver que pongamos como pongamos el papel, las rectas están sobre el plano.

No hace falta mucho para darse cuenta que la tercera dimensión debe ser el poner una recta más de modo que no se quede en el plano, y que entonces tenemos un volumen. La tercera dimensión es el volumen. La 3D de los cines.

¿Y la cuarta dimensión? Bueno, por desgracia, nuestros sentidos están limitados a las 3D, por lo que podemos comprender la 4D, pero no verla. Se asume que la cuarta dimensión se corresponde con el tiempo, de modo que la percibiríamos en la vida diaria de las cosas que se mueven y las que no. Puede que sea otra, pero a mi me vale esta explicación sin meterme en demostraciones más complejas.

Claro, que yo no soy físico, y que el rímel del que os hablo lo ha hecho una empresa que tendrá muchos de ellos. Según esta empresa (no digo marcas que no me pagan), las cuatro dimensiones para las pestañas son: “voluminizadas” (¿voluminosas?), alargadas, curvadas y separadas.

Ya he tirado a la basura los libros de física…

Sed felices.

John Barry, in memoriam

Creo que fue una coincidencia que el mismo año en que me puse a trabajar de un modo remunerado y continuo, saliese aquella colección de CDs de bandas sonoras.

Como me gusta el cine, y teniendo en casa de mis padres un equipo de música “de los caros”, que había adquirido a base de impartir cursos en la universidad, me decidí a realizar aquella colección.

No recuerdo cual era el CD del número inicial, pero si se cuál es el primero que recuerdo: “Memorias de África”*. Una película maravillosa en la que la banda sonora es un actor más.

El domingo falleció su autor: John Barry.

Ya no hay muchos directores que escojan para sus películas grandes bandas sonoras. Las grandes bandas sonoras desaparecieron con el cine de mitad de los sesenta para volver raramente a las pantallas. Son caras.

En esas pocas ocasiones en las que vuelve, es por gracia de unos pocos privilegiados musicales que son capaces de pintar con notas lo que los directores de fotografía hacen con la luz.

John Barry era uno de esos privilegiados, que formados en el jazz supieron recoger su grandeza hasta el intimismo de “Midnight Cowboy” o vaporizar el poder de un continente como en “Memorias de África”.

No hay más que pueda decir. Sólo regalaros un pedacito de “Memorias de África”.

John, que la tierra te sea leve.

Sed felices

* Out of Africa / Fuera de África, en función de como se tradujese en cada país.