A través de un amigo me ha llegado un enlace a un artículo sobre la degradación del trabajo de Informático en España, y en el mundo.
Me ha parecido un articulo decente, más teniendo en cuenta que he vivido el proceso del que se habla. Pero lo que más me ha llamado la atención es recordar una de las leyes que un jefe de proyecto ha de tener siempre en mente: la Ley de Párkinson.
La Ley de Párkinson se enunció orientada a la actividad económica en la década de los 50, cuando los ordenadores no habían invadido el espacio de trabajo como hoy en día.
Su enunciado es el siguiente: “El trabajo se expande hasta ocupar la totalidad del tiempo que se dispone para su realización”. Es decir, que muchas tareas se expanden en su realización hasta que no tenemos más tiempo para ellas.
No es que seamos vagos, es que somos ineficientes por naturaleza. La ineficiencia ocupa de manera natural de un 5 a un 7% de la totalidad del esfuerzo. No podemos mejorar eso, y si empeorarlo mucho.
Las técnicas para poder reducir el impacto de la Ley de Parkinson son varias, y algunas muy simples, pero no voy a abordarlas en esta entrada, aunque todas comienzan por medir lo que realmente cuesta hacer algo.
Por eso, porque ya sabemos que la Ley de Parkinson es universal, cuando digamos que algo no se puede hacer en ese tiempo, o que es demasiado para tan poco tiempo, recordemos que en muchos casos estamos verbalizando la ineficiencia.
Sed felices
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