miércoles, 16 de febrero de 2011

Igualdad de oportunidades

Leyendo este artículo es la segunda vez en menos de una semana que se me plantea el tema de la igualdad de oportunidades.

Es un tema complejo, ya que son muchos los factores por los que alguien se puede sentir discriminado: edad, sexo, presencia…

Una cosa que me ha llamado siempre la atención es que en las tiendas de perfumería no me ha atendido nunca un chico. Ni joven, ni maduro, ni nada. Si me han atendido desde señoritas que difícilmente tenían la mayoría de edad a venerables señoras cercanas a la jubilación. Todas ellas con una cortesía y amabilidad que raya en lo exquisito, pero nunca me ha atendido un hombre.

Sinceramente, yo no quiero la opinión de una mujer sobre mis perfumes. La única opinión femenina que quiero es la de mi esposa, pero estoy abierto a las opiniones de otros hombres sobre nuestros perfumes. ¡Somos nosotros los que los usamos! Me gustaría que me dijesen “con este perfume te sientes como el Rey del Mundo”, o “es un perfume para tíos con lo que hay que tener”. No son razones que una dependienta me vaya a proporcionar…

Por desgracia, dudo que se contrate a un hombre en un puesto que está claramente discriminado para ser ocupado por mujeres. Lo que hago es que voy con un amigo, o con un hermano, o con mi padre y escucho su opinión.

Volviendo al artículo, en él se presentan dos puntos de vista opuestos. Por un lado la aplicación de las mismas reglas para todo el mundo sin distinción de sexo, por otro lado la necesidad de variar los requisitos para las mujeres dado que no pueden cumplir con los varemos establecidos.

Creo que la justa es la primera. Pongamos el caso de que una mujer aprueba con unos tiempos que a un hombre le eliminan. Dado que las pruebas son para la realización de un trabajo, esto significa que una mujer ha de estar menos capacitada que un hombre para realizar el mismo trabajo, o lo que es lo mismo: el hombre ha de demostrar más capacidad de lo que la mujer tiene que hacerlo para ocupar un puesto.

Como creo que estamos claros en que este argumento es el que se blande para luchar por la igualdad de oportunidades, la creación de criterios sesgados puede ser un problema más que una solución.

Tenemos un gran camino aún por recorrer y debemos recorrerlo juntos, tanto hombres como mujeres, para conseguir que algún día, esto no sea ni una noticia, ni una entrada en un blog.

Sed felices.

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