Menos mal que no soy seguidor ni del Barça, ni del Real Madrid. Mi situación coronaria no creo yo que me permitiese la montaña rusa de sensaciones que tiene que suponer ser seguidor de alguno de estos dos equipos.
Ahora que los de Canaletas están de subidón, y los de la Cibeles de “copa” caída, resulta que no podemos quedarnos tranquilos, y comenzamos de nuevo otros quince días de miedo: las elecciones municipales.
Encuestas, titulares, opiniones, debates, y cualquier otro medio que se encuentra para hacer campaña, analizar el futuro, calentar la cabeza y llegar al final a la conclusión de que, como en el futbol, el único resultado que importa es cuando se ha pitado el final del partido, o se han contado todos lo votos.
Y yo que pensaba que iba a estar más tranquilo.
Sed felices
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