El pasado fin de semana, me pasé por la Puerta del Sol de Madrid, justo donde tiene lugar una acampada pacífica de “indignados” que mediante un método asambleario están definiendo un mensaje a los políticos de lo que la sociedad espera de ellos.
Fuera de los detalles concretos de la acampada, lo que me llamó la atención fue el comentario de una señora, no muy mayor en edad, pero si en espíritu:
“Esto está lleno de vagos y desocupados.”
Señora, tiene usted razón. Son un montón de desocupados, a muchos de los cuales les gustaría estar ocupados, con un trabajo digno a todos, y a uno precario a casi todos.
Respecto a la vaguería, me quedan algunas dudas. He visto a gente haciendo bocadillos, limpiando, discutiendo propuestas, explicando a otros, resumiendo, que la verdad es que se trabaja de lo lindo en ese campamento.
Está claro que a esta señora le vale con lo que tiene, y es más, no desea que tengamos más no vaya a ser que tenga que tomar responsabilidades.
Por desgracia, son muchos los que piensan aún como ella.
Sed Felices
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