Ayer, y en esas funciones que tenemos los que alguna vez nos toca ser presidentes de una comunidad de propietarios, tuve que asistir a una reunión de la Junta de Obras, Junta de Presidentes, o como se quiera llamar, pues cada vez le dan un nombre distinto.
El caso es que no estaba prevista una reunión hasta después de las Fiestas, y por lo tanto, debía de tratarse de novedades que justificasen la reunión.
La reunión comenzó con una noticia tranquilizadora: “Hemos parado parte de las obras para que no se afecte a la estructura…”
¿Qué? ¿Paralizar las obras? ¿Daño estructural? ¿Qué está diciendo este?
Bueno, la cosa es que detectaron que un suelo no estaba como tenía que estar, y si seguían picando, podrían aparecerse en la sala de estar de Vulcano. Como no era cosa de romper forjados, pues que paramos y continuamos por otro lado.
Vale; o sea, que básicamente el día a a día de cualquier cosa…
Y es que así somos, cuando vamos a mostrar algo necesitamos un poco de teatro, de escena que sirva de fondo y realce nuestra interpretación.
Un cambio de planes sin amenaza de hundimiento de todas las viviendas, y sin aviso del fin de los días puede molestar, pero de este modo, la actuación de los obreros fue poco menos que la Salvación de la Patria. Ponte nervioso, que ya te calmo...
Sed felices y que paséis un buen fin de semana.
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