miércoles, 8 de junio de 2011

Seguimos en “mantenimiento programado”

Supongamos que es Usted un ciudadano medianamente cultivado, con conocimientos tecnológicos suficientes como para poder emplear un ordenador sin que se encuentre con grandes problemas.

Supongamos que cometió “el error” de contraer matrimonio fuera de la frontera de su país, razón por la cual tiene que acceder  a un Registro Civil distinto al de la mayoría de los ciudadanos.

Supongamos que viendo los avances de la administración, usted confía en que va a poder realizar los trámites para la obtención de una copia de su certificado de matrimonio mediante ese certificado electrónico que tanto le dicen que emplee.

Esta es la historia de una pesadilla. Una pesadilla que se basa en la ocultación de la verdad por parte de la Administración, con los consecuentes perjuicios para el ciudadano. El Ministerio de Justicia falta a al verdad en su página web cuando informa de los fallos de sus aplicaciones. Así de claro y de contundente.

O si no falta a la verdad, tiene el conjunto de profesionales y medios más incompetente que me he podido encontrar en quince años como internauta. Así de simple.

Como consecuencia de la incompetencia demostrada, no puedo siquiera poner una reclamación por el servicio, dado que el sistema de reclamaciones falla. Sí, falla, y no permite que se pueda poner una queja.

Como resumen, mañana me toca levantarme a las cinco de la mañana para poder llegar a las seis y media a una cola en la que esperar que me den un número para poder solicitar dicho certificado. ¡Genial! Creo que además aprovecharé para poner una reclamación que valdrá para nada, pues como todas las Administraciones piensan que los ciudadanos han de meterse las reclamaciones por donde escuecen los pepinos.

Por cierto, ni los unos, ni los otros van a arreglar esto.

Sed felices.

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