Escuchando la radio, le preguntaban a un señor mayor como veía el la crisis actual. La respuesta del nonagenario entrevistado fue lapidaria: "Es la peor época que me ha tocado vivir."
Este señor, que había sufrido la Guerra Civil, y la represión de los sublevados fascistas, consideraba que lo que estamos viviendo es peor que aquella época de nuestra historia.
La entrevistadora le preguntó inmediatamente "¿por qué dice usted eso?" Una voz tranquila le contestó: "Nosotros, tuvimos la suerte de no tener esperanza en un mundo mejor. Luchábamos por el día a día, y no nos llegamos a deseperar."
¿Cómo? ¿O sea que la esperanza es un problema para afrontar la situación actual? Efectivamente, es un problema, ya que tenemos esperanza en que las cosas sean de nuevo como fueron, que nosotros serémos cómo éramos y que volverá la felicidad a nuestro mundo. Eso nos impide ver que las cosas no volverán a ser iguales, y que hay que luchar por salir del problema.
Olvidemos lo que fuimos, sintámonos orgullosos de lo que somos y luchemos por lo que queremos ser.
Sed Felices
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