miércoles, 22 de junio de 2011

Cuando los empresarios se meten a educadores

Vaya por adelantado que no he leido el informe al que se refiere la noticia, y que por lo tanto voy a hablar de oidas. Por otro lado, es inherente al ser humano, el escuchar un comentario y hacerse una composición de lugar e incluso tomar partido. Como no me causa problema alguno el cambiar mi postura más adelante si fuese menester, he aquí mi opinión a la noticia publicada en El País sobre la influencia de la genética en el sistema educativo.

Tener estudios no garantiza que hagas cosas buenas, ni interesantes, ni que sean útiles a la humanidad. La complejidad de los mecanismos de aprendizaje del ser humano, y las condiciones particulares de cada persona hacen que la enseñanza sea un asunto muy complejo de analizar.

El texto que se comenta, aún considerándolo anecdótico, adolece por lo menos de falta de bibliografía, y es que si se hubiesen leido un librillo como "Freakoconomics" se darían cuenta que la correlación que indican tiene un sesgo inicial.

La educación de nuestros hijos no comienza cuando estos van a la escuela, sino cuando nosotros fuimos a la escuela. Nuestra formación y nuestra actitud hacia la educación es mucho más determinante que el colegio al que va nuestro hijo.

Si eres un padre preocupado por la educación, habrás dedicado inconscientemente muchas más horas a actividades educativas que si no lo eres. Sencillamente, tu hijo partirá con ventaja al haber sido estimulado de un modo superior al de otros compañeros.

¿Qué pasa entonces con los niños adoptados? Pues básicamente que hasta que no es tu hijo no tuvo las mismas oportunidades. ¿Qué pasa con los hermanos? Que cada uno somos como somos, y no todos los métodos de educación sirven igual. Como no soy experto en este ramo, me salgo y no me meto en el jardín, y se lo dejo a los que saben. Sólo diré que todo padre sabe como explicarle las cosas a cada uno de sus hijos para que las entiendan.

Respecto al resto de las observaciones, no se dónde van a parar, pero mucho me temo que es lo de siempre...

Sed felices

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