Ayer estaba en otras cosas cuando escuché la noticia: dos vigilantes del tranvía de Barcelona agreden a un discapacitado... porque no les entregó el abono transporte cuando se lo solicitaron.
Primera reacción: No me lo creo. Se supone que el personal que ejerce de vigilante ha de tener cierta formación en psicología, así como saber como emplear la persuasión antes que la porra.
Segunda reacción: Como Tomás necesito ver para creer, y ciertamente se puede ver a dos personas con uniforme de seguridad qye están placando a un muchacho que parece tener Sindrome de Down.
Cualquiera que no sea demasiado ignorante sabe que si dos "armarios" te abordan (me imagino que no con modos exquisitos) es fácil mostrar una reacción defensiva. Si además esa persona tiene reducidas sus capacidades y se comporta como un niño en algunos casos, es mayor aún la responsabilidad de los vigilantes en que la situación no escale.
No pretendo exculpar al usuario de entregar su título de transporte si se lo requieren, sólo indicar que visto lo visto, es necesario que se limpie de "matones" a esos colectivos que velan por nuestra seguridad, y que no están integrados por elementos como parecidos a los de la banda de Alex (el de la Naranja Mecánica). Felicito al cámara que grabó la agresión, dado que el muchacho la necesitará (¿quién cree a un "sub..."?)
Lo dicho, alguien tiene que hacer algo.
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