Me preguntaron hace poco sobre cuál era mi personaje preferido de Star Wars, desde el Episodio I al VI, y sin saltarse las Guerras Clon. La persona que me lo preguntó, en un alarde estupendo me dice: "A mi me gustan los Imperiales, porque a todos les gustan los de la República", y continuó explicándome sus razones, en muchos casos insustanciales, y la mayoría innecesarias: nos gusta lo que nos gusta por motivos viscerales en su mayoría, y no por un largo proceso de razonamiento. No me imagino a ninguno de nosotros razonando sobre los personajes de Star Wars.
Lo bueno vino con mi respuesta: "Mi personaje favorito es Yoda".
Yoda es un anciano que habla raro, que va sobrado por la vida, más allá del bien y del mal. Es un proto-dios, en carne mortal, que siendo uno con el cosmos, la Omnipresente Fuerza, canaliza los agentes motores de para que prevalezca el Bien, sobre la Oscuridad. Es un ser superior, y no Florentino.
Lo que me encanta de Yoda es que rara vez se equivoca, y que cuando las cosas no salen como él había previsto, siempre es por la imposibilidad de verlo todo. Sólo hay una persona que haya sido mejor de Yoda: Chuck Norris, pero para hablar de él no hay espacio en el ciberespacio. Chuck Norris es el verdadero Jedi, y es su sabiduría la que Yoda transmite a sus Padawans.
Chuck Norris, protégenos.
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