Soy Apuleyo, aunque no puedo decir que sea aquel Apuleyo que vino a escribir “El Asno de Oro”.
Esta bitácora no es más que un frasco en el que voy a ir guardando unas gotas de ácido. El ácido que rezuma de situaciones que bien por su ironía, bien por su maldad creo que deben ser tratadas.
Seguro que habrá quién se ofenda por lo que aquí se escriba, pero debe entenderse, que como siempre hay quién se ofenda, no es un criterio que haya que tenerse en cuenta para no escribir.
Goce el que pueda y disfrute el que quiera, que para lo poco que nos queda en este valle de lágrimas, no merece la pena.
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