lunes, 8 de junio de 2009

Nano

Hoy estoy bastante cansado, tanto que no llego a percibir en plenitud la relación de una cosa con la otra.

Recientemente he sucumbido ante el "maligno" y me he comprado un iPod nano. La verdad es que como salgo sólo en bici, se me hace tedioso en algunos momentos continuar pedaleando y hacer esos kilómetros que ayudan a reducir los kilos ya adquiridos. Este diminuto "cacharrillo" me mostró ayer, 7 de julio, una de sus capacidades extras: me ayuda a relajarme.

La verdad es que necesitaba relajarme tras la tensión acumulada desde las 8 de la mañana hasta las 10 y media de la noche, momentos que reflejan mi actuación como Presidente de mesa en las Elecciones al Parlamento Europeo. La verdad es que nunca nos planteamos lo que esas personas, que están en la mesa electoral cuando asistimos a ella con nuestro documento de identidad y nuestro voto, hacen.

Nos compadecemos de ellos, pensando en el "marrón" que les ha tocado. En lo "pringados" que son de no haberse presentado, o la "mala suerte" de que los escogiesen. Y la verdad es que nos equivocamos, pues si bien es un trabajo pesado y monótono, son esas tres personas las que nos garantizan que podamos ejercer el derecho al sufragio, pilar indispensable de cualquier régimen democrático.

Esas personas son las que comprueban que todo esté en orden, y en condiciones, para que se realice la votación, y descubren que la abstención no es mas que una renuncia a su trabajo, una renuncia a opinar.

Ayer estuve en tensión porque era mi responsabilidad que los votos de 378 ciudadanos de mi mesa fuesen considerados. 378 ciudadanos que votaron.

Os dije que no sabía que relación había, pero en el descanso que tuve, encendí mi iPod y por un momento, me relajé de la responsabilidad de garantizar que se oyesen sus voces.

1 comentario:

  1. Qué fuerte. ¿Te das cuenta de que en este país, hace tan sólo unas décadas, se encarceló y se fusiló a gente que defendía, precisamente, el derecho al voto de generaciones venideras? Cumplir con el voto es una obligación moral y un gesto de agradecimiento a todas aquellas personas que dieron tanto por nosotros.

    Personalmente, me enfada que la gente se tome con desidia el derecho al voto.

    Sentado en aquella mesa cumpliste con tu deber de ciudadano.

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