jueves, 6 de octubre de 2011

Cayetana

Se me pusieron las cosas difíciles: o la boda de Cayetana o la muerte de Steve Jobs.

Bueno, por suerte, Steve Jobs pertenece a mi entorno profesional, así que le dejé en mi blog “serio” y me traje acá a Cayetana que da más juego para estas gotas ácidas.

Lo de esta mujer es imposible. Victima de las operaciones de estética, y con esa voz tan peculiar, es una mujer que te cae bien hasta que atiendes lo que piensa y ves lo que hace, pero mientras tanto, se agradece que le ponga un poco de sal a lo aburrido de los que se creen que son algo.

Se le metió en la cabeza que se casaba, y se ha casado. A la Duquesa no le van a decir que puede o que no puede hacer, que para eso es quién es. Y como parece que su marido debe ser un chico majo (bueno, eso de chico, comparado con ella), y a la gente le gusta el morbo de ver como a sus 85 se casa con quién quiere.

Que a la salida de la boda, se marque unos flamenquitos ante su flamante marido no es más que parte del folclore que la rodea.

Espero que este sea el definitivo. Viuda por dos veces, su flamante marido cuenta con cierta ventaja, pero que no se lo crea mucho. La Duquesa de Alba es capaz de sobrevivirle, y de sobrevivirnos a todos.

Que sean felices, como vosotros.

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