viernes, 5 de febrero de 2010

No, si al niño le da lo mismo…

Se que llevo muchos días sin escribir nada, y la verdad es que no ha sido por falta de ideas, sino por falta de tiempo para madurarlas debidamente y tomar una postura que expresar. Hoy, sin embargo, se ha producido un evento que me saca de mis casillas por impotencia.

Una de las cosas que más me cuesta es soportar que un padre no haga algo por su hijo, y se excuse en público. Para no juzgar antes de tiempo expondré el caso. Mi hijo está jugando al futbol en una escuela deportiva, y si bien no es un deporte de mi devoción, personalmente prefiero el rugby, es su elección y la respeto.

85998174_f8cc0ead70_oTodos los sábados, los chavales juegan un partido en una liga interna, que nos obliga a los padres a desplazarnos por la geografía madrileña buscando colegios y polideportivos. Los niños están comenzando, y desde luego los marcadores son de escándalo a veces, pero la ilusión con la que corren y se entrenan entre semana compensa.

El caso es que este sábado hay que madrugar, pues los niños inician la jornada y juegan a las 9:00, por lo que tienen que estar en el campo a las 8:30 para calentar y el campo está a 30 minutos de casa. Conclusión: hay que salir a la 8 de la mañana.

Una de las madres me comentaba esta tarde, que es una “vergüenza” que pongan el partido tan pronto, pues no va a madrugar por su hijo, y además, a este le da lo mismo ir que no. Que si viene tarde de trabajar no se va a levantar pronto, y otras zarandajas por el estilo.

La verdad es que me ha costado controlarme. Me he calentado, y aunque no he podido hacer más que un ácido comentario (“es como cuando volvíamos de copas y teníamos que ir a trabajar..”), la verdad es que me he dado más prisa que nunca en meterme en el coche.

Lo que más pena me da es que a su hijo… ya todo le da lo mismo.

Actualización : 6 de febrero – Tras una serie de catastróficas derrotas, por fin los chicos ganaron su primer partido por un escandaloso 10-0. ¿Le dará lo mismo al chico? ¿Y a sus padres?

1 comentario:

  1. El caso, amigo Apuleyo, es que algunos padres no se dan cuenta de que esos peajes "estaban apuntados en la agenda" cuando uno decide tener hijos. ¿Que te jode madrugar? Ah, haber elegido susto... Que no tienes tiempo para nada. Oiga, habérselo pensado.

    A un niño NO le da lo mismo que su padre le incentive (o no) sueños o metas.

    En fin...

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