Soy un gran aficionado a la ciencia ficción. Es uno de los géneros literarios (y cinematográficos) más interesantes que hay, y que suele desarrollarse en sociedades en las que las libertades no son del todo respetadas.
La ciencia ficción ha servido para expresar discrepancias políticas o de los enfoques sociales de una sociedad y un tiempo determinado. Unas obras buscan o muestran sociedades mejores, sociedades utópicas, mientras que otras nos muestran situaciones peores en sociedades distópicas.
El cine se ha aprovechado siempre de lo que tiene éxito, y la ciencia ficción no se escapa a ello.
Actualmente vivimos una buena época para escribir ciencia ficción y para verla. A diferencia de los años 50, en la que las producciones de ciencia ficción eran de clase B (o Z en algunos casos), hoy se realizan grandes superproducciones, con grandes efectos especiales y con actores de primera línea.
No vamos a ver un “Planeta Prohibido” o un “El Día que la Tierra se paró”. Para eso hay que amar la ciencia ficción. Lo que nos traen son bodrios como 2012, en el que no merece la pena ni el tiempo que le dedicas a ver como se destruye todo lo conocido.
Las secuencias de destrucción han de ser reales, o ponerse en otros mundos. Los aviones de “2012” tienen una resistencia estructural que ya quisieran para si muchos tanques, vuelan en turbulencias como si no las hubiese, las limusinas vuelan distancias imposibles, las grietas se abren a velocidades de tortuga, y los edificios caen en gravedades mercuriales o venusinas. No es creíble.
Lo malo es que el mensaje que pretende emitir se diluye tanto en tanta irracionalidad que no hay quien se la crea. Es la peor película que he visto en años, en muchos años. Ha hecho de ”Independence Day” una película buena. Con eso está dicho todo.
Por otro lado he visto Avatar de James Cameron. Me parece una buena película que cumple con los cánones: ponemos la historia en el futuro, en otro planeta, y con otra estructura social. La historia es simple, pero con mensaje claro, una idea base que podemos encontrar en “Gaia” de Isaac Asimov (de hecho a ratos pensé que estaba viendo esa película), con los robots de “BattleTech” y malos, malísimos de una corporación que me recuerdan a los malos de “Small Soldiers”.
Los buenos son una mezcla de “El último mohicano” con Los Pitufos, pero son creíbles. Hay cosas que hay que creerse como la fisonomía de los animales, y la tendencia hexápoda de todos ellos, pero es la parte de ficción de la película, y no la de ciencia.
Parece ser que quieren llevar al cine “Fundación” de Isaac Asimov y que lo hará el director de “2012”… Si alguien me escucha: no lo hagan. Dénselo a James Cámeron. El sabe como hacerlo.