jueves, 31 de diciembre de 2009

Ciencia Ficción… o casi.

Soy un gran aficionado a la ciencia ficción. Es uno de los géneros literarios (y cinematográficos) más interesantes que hay, y que suele desarrollarse en sociedades en las que las libertades no son del todo respetadas.

La ciencia ficción ha servido para expresar discrepancias políticas o de los enfoques sociales de una sociedad y un tiempo determinado. Unas obras buscan o muestran sociedades mejores, sociedades utópicas, mientras que otras nos muestran situaciones peores en sociedades distópicas.

El cine se ha aprovechado siempre de lo que tiene éxito, y la ciencia ficción no se escapa a ello.

day-the-earth-stood-still_1 Actualmente vivimos una buena época para escribir ciencia ficción y para verla. A diferencia de los años 50, en la que las producciones de ciencia ficción eran de clase B (o Z en algunos casos), hoy se realizan grandes superproducciones, con grandes efectos especiales y con actores de primera línea.

No vamos a ver un “Planeta Prohibido” o un “El Día que la Tierra se paró”. Para eso hay que amar la ciencia ficción. Lo que nos traen son bodrios como 2012, en el que no merece la pena ni el tiempo que le dedicas a ver como se destruye todo lo conocido.

Las secuencias de destrucción han de ser reales, o ponerse en otros mundos. Los aviones de “2012” tienen una resistencia estructural que ya quisieran para si muchos tanques, vuelan en turbulencias como si no las hubiese, las limusinas vuelan distancias imposibles, las grietas se abren a velocidades de tortuga, y los edificios caen en gravedades mercuriales o venusinas. No es creíble.

Lo malo es que el mensaje que pretende emitir se diluye tanto en tanta irracionalidad que no hay quien se la crea. Es la peor película que he visto en años, en muchos años. Ha hecho de ”Independence Day” una película buena. Con eso está dicho todo.

Por otro lado he visto Avatar de James Cameron. Me parece una buena película que cumple con los cánones: ponemos la historia en el futuro, en otro planeta, y con otra estructura social. La historia es simple, pero con mensaje claro, una idea base que podemos encontrar en “Gaia” de Isaac Asimov (de hecho a ratos pensé que estaba viendo esa película), con los robots de “BattleTech” y malos, malísimos de una corporación que me recuerdan a los malos de “Small Soldiers”.

Los buenos son una mezcla de “El último mohicano” con Los Pitufos, pero son creíbles. Hay cosas que hay que creerse como la fisonomía de los animales, y la tendencia hexápoda de todos ellos, pero es la parte de ficción de la película, y no la de ciencia.

Parece ser que quieren llevar al cine “Fundación” de Isaac Asimov y que lo hará el director de “2012”… Si alguien me escucha: no lo hagan. Dénselo a James Cámeron. El sabe como hacerlo.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Superhéroe cotidiano

Lo curioso de los superhéroes es que tienen un don o habilidad que les permite combatir el mal en sus múltiples manifestaciones. Estos seres supranaturales nos muestran nuestra imperfección y nuestra incapacidad para llegar más allá de nuestras limitadas existencias.

Los hay que vuelan, que suben paredes, los que lanzan telas de araña, o los que tienen una fuerza casi infinita. Ninguno de ellos me gusta: no existen.

Pero hay un superhéroe que no tiene poder ninguno, que sus habilidades se basan en la capacidad de acceder a la última tecnología, y poner esos avances en la lucha contra el mal: Batman.

Batman nos muestra como con dinero podemos luchar contra el mal, sufragando investigaciones y haciendo avanzar la tecnología. Por eso, en las noches nubladas miro al cielo… Espero ver el foco llamándole a la lucha.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Secuestrando las Navidades

¿Qué opinaría usted si un familiar suyo se encontrase sin poder moverse a miles de kilómetros?¿No pensaría que lo han secuestrado?

Parece ser que con la Lotería de Navidad tenemos otro clásico navideño: el cierre de una compañía aérea, dejando a miles de pasajeros varados sin posibilidad de moverse y la desesperación de haber perdido un dinero que en algunos casos no tienen.

Mientras tanto, en otros lugares de nuestra geografía, los dueños de esas compañías estarán pasando con los suyos la Nochebuena y la Navidad. Creo que no es justo.

No es justo que siempre sean los mismos los que paguen por la falta de gestión, no es justo que tenga que ser en estas fechas en las que se cierren las compañías, y propongo para ello una pequeña compensación: cada vez que una compañía deje a los pasajeros en tierra, los dueños pasarán tanto tiempo en el aeropuerto, sin ver a los suyos, como sea necesario para que todos los pasajeros afectados lleguen a sus destinos (conexiones incluidas).

No vamos a evitar que las compañías cierren si han de hacerlo, pero seguro que lo hacen en fechas que impacten menos a las vidas de los viajeros.

domingo, 20 de diciembre de 2009

J’adore

No se hasta que punto los creativos de la campaña de J’adore de Dior en España piensan que la población es lo suficientemente inculta como para no ofrecerles la traducción del spot original.

Pinup La sensual Charlize Theron dice en inglés, con un leve acento sudafricano:

El oro es frio,
los diamantes están muertos,
una limusina es un coche.
Deja de finjir.
Así es lo que “J’adore” ([yo] adoro).

Sin embargo nos subtitulan con:

¡Que importa el oro,
que importan los diamantes,
que importan las limusinas!
No finjas,
se tu misma,
siente J’adore.

Aunque puede que la esencia sea la misma, en un país en el que cada vez más personas son bilingües, no deberían cometer esos fallos. Por mi parte, ¿que confianza puedo tener en un producto que no confía en su mensaje, o en la capacidad de compresión del público?

sábado, 19 de diciembre de 2009

Tres días, veintitantos años después.

Hace ya veintitantos años que andaba yo estudiando ese bachillerato que nos abría las puertas a la universidad. Estaba en el tercer año de ese bachillerato unificado y polivalente y compartía mesa con un chico delgado y rubio, de ojos azules con el que me complementaba: éramos amigos.

Colegiata_de_San_Isidro_(Madrid)_01 Nuestra amistad nos llevaba a compartir cintas de casete, con los éxitos de Wham!, música pop ochentera y otros placeres musicales que hacen que formes parte de un grupo. No vivíamos en el mismo barrio, pero cogíamos el mismo autobús y eso era casi lo mismo.

Mi amigo tenía (y tiene) una hermana que me hacía tilín, y recuerdo que me planteó uno de mis primeros dilemas éticos: mi amigo o su hermana.

Recuerdo que estuve varios días dándole vueltas al asunto, y que mi amigo se mosqueó por lo perdido que estaba, pero no podía decirle nada. Un verdadero dilema.

La cosa se acabó resolviendo de un modo más o menos natural. Lo que el razonamiento no permite, las hormonas empujan, y acabé lanzándome (más o menos) ante esa chica que tan nervioso me ponía.

Esa misma tarde, le conté a mi amigo que estaba con su hermana, y me sorprendió diciendo que no le importaba. ¡Yo pensando que era una traición, y él me dice que “vale”!

Dos intensos, hormonalmente hablando, días después, mi breve relación con ella terminó. Por todo o por nada, la verdad es que no era una relación que pudiese llegar a nada más que a lo que llegó, por lo que fue bella y plena.

Años más tarde, pasando por su calle recordé aquellos tres días, y unas semanas más tarde llamó a mi puerta como si fuese ayer que nos habíamos visto, como la hermana de mi amigo, al que le tengo perdida la pista, pero que si he de volver a ver, así será.

Hoy he estado chateando con ella un rato, hablando de esto y de aquello, pero no como adolescentes, sino como los adultos que somos, padres de familia y me he sonreído recordando aquellos tres días, veintitantos años después.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Eso no se puede decir

Una de las cosas que más nos puede llegar a sorprender es el uso de la libertad de expresión que tienen todas las democracias. No hay que escarbar mucho para encontrar ejemplos en los que la expresión de la libre opinión de los ciudadanos es atacada sin compasión.
154611286_9536ad829c_o Como somos personas responsables y ciudadanos de bien, no vamos a intentar que los demás no hablen. Eso es antidemocrático y sólo lo hacen países como China y Cuba, que son los ejemplos de libro que hay que poner en estos casos. No, nosotros lo que hacemos es descalificar al contrario.
No cabe duda, que el sano ejercicio de la descalificación requiere de una altura moral y de unos recursos lingüísticos que no son accesibles al resto de la población. Es por eso que cuando decimos que “el cargo tal es un incompetente”, estamos ejerciendo el sano derecho a la libertad de expresión, y cuando nos llaman incompetentes, son unos irresponsables e iletrados, que deben ser perseguidos por la Justicia.
Otra cosa que hemos de comprender es que sería una irresponsabilidad que cualquiera pueda decir cualquier cosa. Para poder opinar es necesario un conocimiento fundado en la materia, estar iniciados en ella, y sobre todo comprender que se puede hablar de todo, pero respetando las normas. Por ejemplo, no podemos decir que las productoras discográficas han de actualizar sus modelos de negocio. Esto es una irresponsabilidad, no somos economistas, ni sabemos como funciona su negocio y por lo tanto, el problema viene de la cantidad de iletrados que al no poder hacer negocios legítimos y pagar los derechos, roban la música como los piratas somalíes asaltan a los pesqueros, y hacen negocios ilegítimos que solo fomentan el terrorismo, el tráfico de mujeres y las drogas, que hay que estar muy “endrogao” para no ver lo que es claro.
Entre esto, y los sermones de otros sectores, y los mítines de aquellos y estos, creo que nos va quedando claro que la Libertad de Expresión no es sino uno de esos derechos que no debemos utilizar si queremos vivir tranquilos, bajo pena de ser excomulgados, acusados, apuntados, convocados, insultados, descalificados, jaleados o cualquier otra cosa que a otro se le ocurra.
Como dijo la nunca bien ponderada Belén Esteban: “¡¡¡Ni que fuera yo Bin Laden!!!”
Imagen: d u y g u – keep ur silence!

martes, 8 de diciembre de 2009

Sociología para pobres

No todos podemos ser expertos en sociología, pero podemos divertidos con la cantidad de información sobre nuestra sociedad que tenemos a nuestro alcance.

anuncio Todos nos “tragamos” una ingente cantidad de anuncios comerciales en las televisiones que nos puede decir mucho sobre como andan nuestros bolsillos o que es lo que nos interesa. Las empresas de publicidad viven de poder conectar con las querencias y necesidades de la población y “colocar” adecuadamente los productos de las empresas que las contratan.

Como somos pobres, no podemos acceder a esos estudios sesudos, hechos por doctos investigadores sociales, pero si que tenemos la televisión (en abierto, claro) para ilustrarnos.

Por un lado podemos fijarnos en los anuncios de vehículos. Estos son buenos indicadores de nuestra economía, ya que una información que nos muestran siempre es la de los mecanismos de financiación del “modelo barato”, a la vez que nos muestran el “modelo caro”.

Si nuestros políticos hubiesen visto más la tele, en vez de estar tantas horas sin salir del Congreso, hubiesen visto que hace años, se ofrecían financiaciones de 7 y 8 años para coches de menos de 10.000 €. Si no puedes pagar 100 € al mes de coche, cómo quieren que se compren pisos… y luego vino que la culpa era de la crisis.

Lo mismo pasa con los anuncios de móviles. Hace un par de años nos preocupaban los GPS, y la música, y los megapíxles de la cámara, y el tamaño de la pantalla. Hoy también, pero además nos hemos convertido en una sociedad en la que las redes sociales están cada vez más introducidas. No son sólo los teléfonos para los jóvenes (esos que no trabajan y por lo tanto buscan quienes les pague la factura), sino sus padres, que pertenecen a grupos profesionales, a redes familiares, y a otros muchos grupos de interes.

Tienen Internet en casa, y trasladan a su terminal lo que hacen en casa. El chat en las redes sociales es más divertido que los SMS, y más rápido.

La semana pasada se pudo ver, más de 150.000 ciudadanos, desde ordenadores, desde terminales móviles mostraros cómo esta compuesta nuestra sociedad. Nuestros políticos siguen preguntándose cómo es posible, y es que no ven la tele.

Es sociología para pobres.

jueves, 3 de diciembre de 2009

Defendiendo la Democracia

Lo que pasó ayer fue grandioso. En una sociedad en la que cada vez hay más y más gente desencantada con la política, y con los partidos políticos, ayer una parte importante de la población dijo de una manera clara que opinaban con respecto a un proyecto de ley.

endefensadeinternet

No ha de confundirse esto con un ataque al Gobierno en general, sino como lo que fue: una clara toma de partido por las Libertades, y una manifestación de por dónde no se está dispuesto a pasar.

Las declaraciones del PP para intentar recoger una cosecha que no le era propia no solo no fueron inteligentes, sino que le hizo un favor inconmensurable al Gobierno, pues muchos Internautas no continuaron apoyando el #movimiento por no compartir la visión del PP.

Si en 2004, los ciudadanos fueron capaces de organizarse en contra de las mentiras de un Gobierno, que estaba empleando la información sobre uno de los peores hechos de nuestra historia, para provecho propio, ayer, fueron las redes sociales (Twitter y Facebook) las que organizaron en pocas horas un movimiento ciudadano de oposición. Oposición a un proyecto de ley que introducía de rondón una limitación de las libertades. No se intento derrocar a un Gobierno, no se intentó torcer nada. Sólo hablamos claro y alto, de un modo común para que el mensaje llegase sin ruido.

Ayer defendimos la Democracia, tal y como la entendemos, y defendimos la Constitución desde la Red. En esta semana que celebramos el Día de la Constitución, no podríamos haber hecho mejor homenaje a la misma.

La imagen es de eneko, y la ha realizado para 20minutos bajo una licencia Creative Commons.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Manifiesto “En defensa de los derechos fundamentales en Internet”

Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de Internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que:

  1. Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.
  2. La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.
  3. La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.
  4. La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.
  5. Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.
  6. Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.
  7. Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.
  8. Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.
  9. Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.
  10. En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.

¿Se muere la música, Sr. Aute?

Sigo bastante aturdido por la rotundidad con la que Aute, como vocero de los artistas, puso fecha al fin de la música: cinco años.

iStockPhoto - 113863 Supongo que el Sr. Aute no será el autor del manifiesto que defendieron ayer los artistas. Un manifiesto que es erróneo, cuando no falso desde mi punto de vista, al equiparar a creativos con operarios y la creación con el montaje. Un manifiesto que ataca al público en vez de intentar ponerlo de su lado. Un manifiesto que lo único que busca es establecer por ley lo que los mercados han desestimado.

En la foto del grupo aparecen viejas glorias, o cantantes que necesitan de campañas de mercadeo para vender discos. Discos que son recopilaciones de sus viejos éxitos o temas insustanciales que acaban en el olvido tras la campaña publicitaria.

Estos artistas no son honestos con el público al no contarles que también son productores, que tienen sus empresas (a las que realmente defienden) que editan y gestionan sus temas, y que son las que les proporcionan los ingresos, y no la SGAE.

Hablan de la protección a los “tugurios” en los que se gestó el Rock o el Pop, pero no cuentan que cuando un grupo de chavales quiere dar un concierto, cobrando sólo las copas que se toman, aparece un sicario de la SGAE que le pide al dueño el 10% de la recaudación. No es la gente la que impide que se desarrolle la música, no es la administración la que impide que se abran “garitos”. No, son los propios músicos, a través de sus gestores, los que taponan a los que vienen detrás, y que abren las ventanas de esa casa apolillada y dejan que entre el aire fresco.

Los músicos, han existido y existirán siempre. Es algo inherente al ser humano. No hay que estudiar para ser músico (sí para ser uno bueno) pues es un don con el que nacen algunos humanos. Podemos educar al cuerpo para ser mejor, pero no podemos dotarle de la chispa de la creatividad. La Música es más grande que los autores y las distribuidoras.

Lo que molesta a los autores y a las distribuidoras es la enorme herramienta defensiva que ha proporcionado a los usuarios Internet. Ya no hay que comprar un mal disco para disfrutar un sólo tema. Ya no tengo que luchar para ver que es lo que compro, lo puedo obtener “gratis” (¿nos olvidamos de los cánones y de los precios de los servicios de comunicaciones?) y luego si me gusta lo compro, pero compro lo que quiero, lo que me parece bueno, y de manera informada.

Soy consumidor de música, compro música por Internet, y compro lo que quiero. No compro un CD a 21€ cuando lo obtengo por 12€ y tienen la misma calidad. Compro lo que quiero, y además me dejan escuchar la canción antes de comprarla, y no me ponen problemas, y cuando compro me siento satisfecho.

No pirateo, pues no robo. Compro lo que quiero, y como yo muchos, muchos internautas a los que estos señores nos llamaron piratas ayer por no comprar sus discos, ni favorecer su modelo de negocio, ni estar de acuerdo con ellos.

Lo peor del asunto es que los Internautas no nos sentimos protegidos por la Administración, cuando no perseguido por ella,  y eso es un problema que como indica E.Dans en su entrada puede hacer que este sea el Gobierno de Los Otros.