viernes, 8 de julio de 2011

Integristas

En los últimos días he percibido un incremento de las posturas integristas (que no integradoras) por parte de muchos. He decidido combatirlo desde esta entrada, pero sin tratar aquellos temas en los que otros se pueden dar por ofendidos.

Es decir que voy contra los integrista, pero quedan fuera:

  • Religiones: incluye a todas las que se os ocurran, algunas más desconocidas, y las que queden por inventarse.
  • Política: desde la ultraderecha a la ultraizquierda y los que se queden fuera del rango.
  • Costumbres: todas
  • Etnias: todas menos las que no tengan origen terrestre.
  • Cine: todo el cine, incluido el de “arte y ensayo” y el porno.
  • Música: toda, incluido lo que parece música y el ruido acompasado. Lady Gaga cuenta como música.
  • Televisión: lo que pueda emitirse por dicho aparato.
  • Libros: todos los que tengan portada, contraportada y texto en el medio. Los de Sánchez Dragó y Cesar Vidal se asimilan a libro.
  • Futbol: todos los países, y categorías que se puedan jugar de 0 a 2500 años.
  • Baloncesto: como el futbol
  • Automovilismo y otros deportes: como el futbol.
  • Cocina: toda. Se asimila a cocina lo que hacen en El Bulli.
  • Vinos: todos.
  • Moda: toda a excepción de el Traje del Emperador, que no he sido capaz de verlo, y por lo tanto no opino.
  • Sexo: Con mujeres (para algunos). Autoexplicativo. Incluir aquí el sexo con uno mismo si aplica.
  • Sexo: Con Hombres (para el resto). Autoexplicativo. Incluir aquí el sexo con uno mismo si aplica.
  • Sexo: Con Animales (porcentaje desconocido). Se incluyen también los muñecos hinchables con formas animales.
  • Belén Esteban
  • Goku
  • Educación: incluidas guarderías, colegios, institutos, universidades y otros centros asimilados.
  • Un poco de esto, y algo más de aquello.

Establecidos estos parámetros, mi opinión sobre los integristas es:


Sed felices

jueves, 7 de julio de 2011

Los verdaderos piratas (y no sólo del Caribe)

Una de las cosas que he descubierto que me molestan más son las noticias relacionadas con las agencias de valoración.

Por alguna razón, como muchos otros, consideraba que estas empresas tenían un plantel de analistas que daban información más o menos matizada de las distintas opciones para invertir.

Su triples aes, sus doble a más, o sus triples bes me parecían un modo más o menos bueno de saber que una empresa, un fondo, o una nación eran más o menos confiables a la hora de hacer negocio con ellos.

Pero llegó la crisis y se nos cayó el velo. Estas empresas son especuladores que buscan alterar los mercados financieros. Si quieren hundir a un país, lo empiezan a catalogar mal hasta que se llega a la situación que buscan. Que quieren hacer negocio: esta empresa no es muy confiable. Sale a bolsa a precio tirado, y <redoble de tambores> a las dos semanas es un valor confiable que ha triplicado su cotización.

Me molestan estas noticias porque no veo respuesta por parte de los políticos, de las autoridades a tan flagrante intromisión en los mercados. De vez en cuando una noticia sobre una investigación o una demanda por alterar los precios, pero nada serio.

Estos señores juegan con nuestro dinero, con nuestras casas, con nuestros servicios sanitarios, y nadie hace nada.

Me molestan sus noticias en la prensa.

Sed felices.

miércoles, 6 de julio de 2011

El cliente es tonto

Soy miembro de un comité que se ha formado en mi urbanización para realizar el seguimiento de las obras de rehabilitación. No es que pertenezca por mis conocimientos de construcción, que tras estos meses siguen siendo casi nulos, o por mi poder de convicción, casi no tomo parte en las discusiones. No, estoy allí porque tengo una visión distinta.

IMAG0051Cada mes se nos pasa un documento llamado certificación, con la que se establece el avance de la obra, y en consecuencia, las obligaciones de pago para con el constructor.

Es un documento que sigo sin llegar a entender del todo, más allá de las similitudes que tiene con los informes de progreso que he realizado durante más de 15 años.

Lo gracioso es que es esta experiencia con los informes de progreso la que me ha permitido aportar al grupo. No por lo que se dice en el informe, o cómo se han hecho las cosas. No, lo aporto en lo que no se dice.

Curiosamente, las partidas de ejecución son similares todos los meses, con independencia de cuantas personas trabajen. Es más podría decir que es justo al contrario, que trabajan personas en función de lo que se va a facturar. La empresa parece de este modo haber decidido alargar el trabajo por los tiempos que corren…

Otra cosa curiosa es que la certificación de junio es el doble de la de mayo. Supongo que será para que se cubra el mes de vacaciones y de ese modo incluye la de julio o la de agosto y ya nos veremos en septiembre.

Soy el “raro” del grupo, pero uno más del mismo. Lo malo es que el constructor también lo sabe y su teléfono aparece en la pantalla del mío con más frecuencia que antes.

Pienso ahora a la inversa: ¿no es así con nuestros clientes? Lo mejor es no tratar a los clientes como si fuesen tontos, no vaya a ser que uno o varios juntos sepan más que nosotros.

Sed felices

martes, 5 de julio de 2011

Contrapunto

El contrapunto es un recurso musical por el que se dos o más melodías se escuchan a la vez proporcionando un volumen que no consigue una sola melodía.

Esto que se empezó a desarrollar desde el Renacimiento, aunque ya se había empleado de manera simple en la Edad Media, y alcanza su esplendor en el Barroco y sigue siendo empleado hasta hoy en día.

Tan seguro estoy de que se emplea hoy en día que ayer mismo viví un ejemplo.

imageAndaba yo escuchando este madrigal de Clément Janequin, titulado “La Guerre” sobre la victoria francesa frente a las tropas de la Confederación Helvética en la Batalla de Marignano (actual Melegnano) en 1515. Es una pieza en varias partes en la que se puede ver el uso de distintas voces y melodías.

Bueno, pues que estaba yo escuchando a estos señores cuando a mitad de la batalla se incorporaron los zapadores, que otro cuerpo no podría ser, amartillando neumáticamente la pared de al lado hasta convertir una bella pieza sobre una idealizada victoria en una experiencia repulsiva más acorde con la realidad de la guerra, y las obras en las casas de los vecinos.

Nunca un contrapunto añadió tanta realidad y volumen.

Sed felices.

lunes, 4 de julio de 2011

¿SGAE = Ladrones?

No hay forma de explicar lo de la SGAE y está muy claro lo que ha pasado.

Nos han tenido años martirizados con su machacona cantinela de que todo internauta era un ladrón y criminal en potencia, que este es un país de incultos que no valoran la cultura, y que el canon no es más que una pequeña compensación por lo mucho que han de sufrir los autores en un país de criminales culturales.

Como abusones de patio, arremetieron contra todo aquel que no podía defenderse o que ellos pensaban que no podía defenderse. Manejaron de manera torticera los procedimientos judiciales, embutieron a uno de los suyos en el Gobierno, maquinaron leyes contra los ciudadanos en favor de las corporaciones y mostraron muy poco respeto a los ciudadanos, que como criminales que son, no tienen derecho a la intimidad, ni nada por el estilo.

Pero ahora se les ha caído la careta, y hemos podido ver lo que sospechábamos. Tras el cuento de la defensa de los derechos de autor, lo que tenían montada es una maquinaria que se dedicaba a convertir el dinero de los autores en dinero de la empresa. Traducido al español: lo que le corresponde a los “perroflautas” se lo llevaban muerto.

Ahora los jueces les han llevado a declarar, les han acusado, les han dejado en libertad con cargos y les quitan los pasaportes. Está claro que el juez si ve que hay delito, y no en las tiendas a las que intentaron cobrar importes abusivos en concepto de canon.

La cosa seguirá su curso y acabará como acabe, pero lo que ya ha quedado claro es que la SGAE no tiene ninguna capacidad moral para decirnos que la gente roba y por eso el canon.

Sed felices.

viernes, 1 de julio de 2011

Calidad del servicio: Línea Directa Aseguradora

Cuando hace diez años compré mi actual coche, busqué aseguradoras y obtuve un buen precio en Línea Directa.

Su enfoque novedoso de acceso a Internet me permitía realizar por teléfono y la web muchas de las operaciones que podría necesitar sin tener que someterme a un interminable conjunto de paseos entre oficinas.

Han pasado diez años, y la novedad ya no lo es. Todas las aseguradores me ofrecen un portal al que acceder, habiéndose alcanzado una madurez en el mercado a este respecto.

¿Qué he de considerar ahora? Lo mismo de siempre: la calidad del servicio.

Tras diez años, voy a reducir las coberturas de mi seguro de modo que quede en “daños a terceros y lunas”. Cualquier otra cosa sería tirar el dinero.

Comencemos entonces:

I – Intentando hacerlo por la Web

Es un intento inútil. No hay forma de poder cambiar las cláusulas del seguro desde la web. Puedes cambiar tus datos de contacto, o alguna otra cosa menor, pero no las coberturas.

Busco el hacer un nuevo seguro con las nuevas coberturas… Mi coche no aparece.

II – Empleando el sistema de rellamada de Línea Directa Aseguradora

¡Oh! ¡Cómo no me he dado cuenta! La pantalla emergente me indica que ellos me pueden llamar para que a mi no me cueste la comunicación.

Con espíritu alegre y remozado me dispongo a introducir los datos de mi teléfono y la banda horaria en la que quiero que me llamen. Como además me parece bueno, les pongo mi número de móvil para que me localicen dónde quiera que esté.

Lo malo es que 24h más tarde seguimos sin recibir llamada alguna. Puedo confirmar que mi teléfono funciona y que no he perdido llamadas, por lo que lo de la rellamada es el segundo fiasco en un servicio que se debe basar en LA CONFIANZA.

III – Llamando por teléfono

Bueno, al menos la llamada me ha salido gratis, por tener tarifa plana, y la vista ágil. Encontré un teléfono que no es un 902 al que llamar a Atención al Cliente, y marqué…

La primera locución pregunta “si lo que pretende es cancelar la póliza… para cualquier otra operativa espere”. ¿¡Qué!? ¿¡Cancelar la póliza!?

Si alguien te pone en el IVR esta locución, es que les llaman mucho para esto.

Al final hablé con una amable señora que ha sido diligente y me ha asistido correctamente en los cambios que quería. Sólo he tardado quince minutos en el proceso telefónico, por lo que me queda claro que no es que Línea Directa no sepa como hacer las cosas, es que sencillamente le importa muy poco lo que puedan opinar los usuarios de Internet. Por ahora…

Sed Felices